Nuestra relación con la Naturaleza, influye en nuestra salud de manera directa.

Nuestro cuerpo como en la naturaleza, es un ecosistema, con bacterias, microorganismos y millones de células en el organismo que funcionan en conjunto, donde cada uno de nuestros órganos, sentidos y emociones son importantes, cuando su relación está en armonía, es cuando estamos saludables.

La naturaleza es la fuente de donde venimos, y a donde pertenecemos, somos entonces una extensión de la naturaleza por tanto tiene el poder curar, es parte esencial en nuestra salud, no solo de supervivencia sino en aspectos emocionales, cognitivos, espirituales y culturales.

Nuestra nutrición comienza en la calidad de nuestros alimentos. Por tanto de la salud de la Tierra, de la calidad del aire, se verá reflejado directamente en nuestra salud.

Nutrición va más allá de la alimentación, no es solo la fuerza que nos da a nivel físico, nos da voluntad y vitalidad, investigaciones científicas han demostrado el poder curativo de caminar en bosques, descansar a la orilla del mar, respirar aire fresco, mirar una puesta de Sol, físicamente baja el nivel de cortisol (hormona producida por la glándula suprarrenal. Liberada como respuesta al estrés) mejora el ritmo cardiaco y la presión arterial, emocionalmente, promueve paz mental, la sensación de gratitud, empatía, la ansiedad y depresión se reduce notablemente.

Reconocer su valor en nuestras vidas, cambiar la visión, donde cuidarla y cuidarnos es una prioridad. Es salvar y cuidar la vida, de los que están, los que vienen.

Nuestra salud depende de la salud de la Tierra.